Segundo Error: PREMURA PASIONAL
A este yerro juvenil se deben la mayor parte de los fracasos matrimoniales. Es el que acaece en los "noviazgos superficiales", donde no hay idealización pero sí una gran urgencia de ser querido y admirado. La relación se da con premura, con apasionamiento vano, basándose en aspectos aparentes. Te gustó fisicamente y emprendes la conquista de inmediato. Este tipo de vinculos es agradable por peligroso. Cuanto más rápido, más riesgoso. Es como montar un caballo: no hay emoción al ir paso a paso sobre el lomo del corcel; lo exitante es galopar, sentir el peligro de la velocidad.
LA mayoria de los anuncios de televisión nos muestra una escena de enamoramiento instantáneo: aquél se unta cierto jabón en las axilas, ese otro se espolvorea talco en sus zonas pudentas, ésta se mete en unas patismedias, aquélla disimula su mal aliento con un enguaje bucal y todos, al instante, hallan un extraordinario compañero que daría su vida por ellos. Este concepto de superficialidad se está convirtiendo en nuestro estilo normal de noviazgo. Algo exitante de momento, pero hueco. Si te agradan los deportes peligrosos o disfrutas arriesgando tu integridad, esta forma de romance te dará lo que buscas; pero si deseas una relación constructiva que, lejos de dañarte, te beneficie, tanto si perdura como si no, evita la premura pasional a como dé lugar, identificándola.
[Extraido de Juventud en Extasis]
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