domingo, 19 de agosto de 2012

Los Tres Pilares del Amor: Afinidad Intelectual

Las personas no están hechas sólo de emociones, están hechas también de IDEAS. Para nutrirse con los pensamientos de otro se requiere de una correspondencia intelectual capaz de permitir puntos de vista complementarios. Las personas pueden tener la capacidad de comunicarse íntimamente, pero si no poseen una forma similar de raciocinio respecto a los conceptos fundamentales como el trabajo, los valores, la religión, el sexo, la educación de los hijos, el tiempo libre, la organización familiar, etc. si no se enriquecen mentalmente durante su convivencia, terminaran excluyéndose, el uno al otro, de gran parte de sus actividades. Pocas cosas alimentan más la llama del cariño que aportar ideas valiosas, desapercibidas para el otro.
En la medida en que alguien se ame a sí mismo podrá amar a su pareja, y la autoaceptación es un concepto que se dá en la mente.  Sólo siendo maduro intelectualmente es posible aceptar la individualidad e independencia del compañero, evitar los celos, el egoísmo, la posesión. Sólo con el juicio sereno y claro se es capaz de perdonar, ceder, dar otra oportunidad, aceptar los errores y estar dispuesto a permitir imperfecciones.
En el cerebro adulto nace el sentido de compañerismo y fidelidad. La moral verdadera no es producto de prejuicios sino de razonamiento inteligente. Todos estos puntos deben tener correspondencia entre las dos personas.
La pareja con afinidad intelectual tiene muchas cosas que compartir; lleva un ritmo de lectura similar, de estudio parecido, de trabajo creativo coincidente, se supera en armonía, crece y se ayuda recíprocamente.
 Los novios que son capaces de estudiar y hacer sus trabajos de verdad (no como una excusa para terminar revolcándose) son mucho más fuertes en su relación que los demás.


[Juventud en Extasis]

No hay comentarios: